jueves, 17 de noviembre de 2011

La Revolución Mexicana


En los primeros años del siglo XX, el Porfiriato entró en un periodo de crisis. Los problemas sociales aumentaban y el descontento de la gente se dejó sentir, ante esta situación se formó un movimiento para derrocar la dictadura porfiriana acudiendo a las armas y así estalló LA REVOLUCIÓN MEXICANA el 20 de NOVIEMBRE de 1910.
Durante las 3 décadas que PORFIRIO DÍAZ estuvo en el poder privilegió a los terratenientes, inversionistas extranjeros, caciques regionales y a los militares, en tanto que los campesinos, obreros, profesionales liberales y en menor medida la burguesía nacional quedaban fuera de las decisiones políticas y del progreso económico.
Con la mala cosecha del maíz el pueblo pasó hambre aunado a que los créditos exteriores disminuyeron. Así que los sectores marginados consideraron cambiar el rumbo del país por ello se crearon grupo de oposición a la dictadura y aumentaron las manifestaciones de protesta y los movimientos huelguísticos.
Por esta inseguridad nacional FRANCISCO I. MADERO un intelectual proponía la participación del pueblo en las elecciones que se aproximaban. Así que se creó EL PARTIDO NACIONAL ANTIRREELECCIONISTA en 1909 siendo el candidato presidencial el propio Francisco I. Madero, el cual inició una intensa campaña política por todo el país para dar a conocer los principios democráticos y defender la CONSTITUCIÓN de 1857. Éste durante la campaña recibió el apoyo de los sectores populares principalmente de obreros y campesinos.
Porfirio Díaz logró encarcelarlo acusándolo de rebelión y ultraje a las autoridades, al estar prisionero las elecciones celebradas el 26 de JUNIO de 1910 dieron de nuevo el triunfo a Díaz.
Madero fue excarcelado y huyó a SAN ANTONIO,TEXAS, E.E.U.U . En donde proclamó EL PLAN DE SAN LUIS donde no reconocía los resultados de las elecciones ni la autoridad de Díaz. E invitaba a los mexicanos a tomar las armas para derrocar la dictadura de éste.
Los ejércitos que lucharon contra la dictadura vencieron varias veces a las tropas porfiristas; cuando FRANCISCO VILLA y PASCUAL OROZCO tomaron Ciudad Juárez la derrota para Díaz fue definitiva iniciando las negociaciones para que abandonara el poder.
MADERO fue electo presidente y tomó posesión el 6 de NOVIEMBRE de 1911, pero la mayoría de los militares de alto mando del gobierno de Díaz se quedó en el gabinete del nuevo presidente y así el ejército y la burocracia porfirista siguieron desempeñando sus funciones.
Al no cumplir madero las expectativas del pueblo como de resolver las urgentes demandas sociales o de introducir cambios importantes, hubo descontento en varios sectores de la sociedad y da comienzo al derrumbe maderista.
La estabilidad política todavía se hallaba muy lejos. Durante el gobierno de Madero varios caudillos que pelearon en la Revolución contra Porfirio Díaz volvieron a las armas.
En 1912, Pascual Orozco dio a conocer EL PLAN DE LA EMPACADORA donde desconocía a Madero como presidente, Emiliano Zapata exigió al presidente que diera cumplimiento al Plan de San Luis y la devolución de tierras a las comunidades indígenas.
Con el apoyo del Embajador HENRY LANE WILSON con el pretexto de defender los intereses de los inversionistas y empresarios estadounidenses se tramó una conspiración que terminó con el gobierno de Madero el 18 de FEBRERO de 1913 siendo asesinado el 22 de FEBRERO del mismo año.
El movimiento contrarevolucionario hecho por BERNARDO REYES y FÉLIX DIAZ sobrino de Porfirio se conoce como la DECENA TRÁGICA.
VICTORIANO HUERTA militar que colaboró con PORFIRIO DÍAZ y luchó contra ZAPATA por orden de MADERO se alzó como nuevo presidente de México e instauró una dictadura militar, lo apoyaba el clero y los grupos que controlaban las finanzas, la industria y el comercio, pero muchos sectores sociales no lo aceptaban. De nuevo se desató la lucha pero los revolucionarios estaban divididos, por un lado el Carrancismo y por el otro el Villismo y el zapatismo.
El primero cuyo líder era Venustiano Carranza representaba a los terratenientes y a los pequeños propietarios, su demanda era el restablecimiento de la Constitución de 1857.
Los partidarios de Francisco Villa y Emiliano Zapata querían reformas sociales que favorecieran a los obreros y campesinos sin tierra.
En agosto de 1914 se firmaron los tratados de TEOLUYACÁN, donde se acordó la supresión del gobierno de Huerta.
Carranza asumió el cargo de presidente provisional pero los diferentes puntos de cada grupo imposibilitaron que se finalizara la lucha armada.
Los partidarios de Carranza- los constitucionalistas – y los partidarios de Villa y Zapata – los convencionalistas se enfrentaron por el poder político.
Los Carrancistas debilitaron poco a poco a sus enemigos hasta vencerlos. Emiliano Zapata murió acribillado el 10 de ABRIL de 1919, víctima de una trampa.
El gobierno de Carranza después de la derrota de las fuerzas de Villa y Zapata tuvo que afrontar la división interna en dos grupos : uno pretendía introducir reformas sólidas en la vida política del país y el otro liderado por ALVARO OBREGÓN, quería además atender una serie de demandas sociales.
La rivalidad política entre ellos terminó en una violenta lucha, en la redacción del PLAN DE AGUA PRIETA, que desconocía a Carranza como presidente y en un levantamiento general éste fue asesinado en los primeros días de mayo de 1920, ocupando la presidencia ÁLVARO OBREGÓN de 1920-1924, sucedieron a Obregón PLUTARCO ELÍAS CALLES 1924-1928 y EMILIO PORTES GIL cuyo mandato se desarrolló entre 1928 y 1930.
A pesar de tantas luchas nuestro México sigue con los mismos problemas del pasado.

martes, 1 de noviembre de 2011

DIA DE MUERTOS, TODOS LOS SANTOS Y FIELES DIFUNTOS

A la festividad del Día de todos los Santos y Los Fieles Difuntos se le llama así porque parte de una tradición y ciertas creencias prehispánicas en las que se veneraba a “Mictlantecutlii” que significa Señor del lugar de los muertos, y que posteriormente se adaptó según las costumbres católicas que llegaron a nuestro país con los conquistadores españoles.
Entre los habitantes de México esta fiesta, tan llena de color, recuerdos y alegrías, se conoce como “Día de Muertos”. Su significado en la actualidad se vive bajo las dos tradiciones: la prehispánica, que tiene que ver con el respeto y culto a los muertos, y la católica, que mantiene la creencia de la inmortalidad del alma, o sea que después de la muerte hay otra vida.
El Día de Muertos se celebra en Noviembre: el día 1 para los niños (hiccáilhitl); el 2 para los adultos (hueymiccáilhitl) y el 3 para todos los santos. Durante esos días las personas acostumbran ir a los cementerios con el propósito de visitar y adornar las tumbas donde descansan sus familiares fallecidos.
Es todo un espectáculo ver los cementerios llenos de flores de cempasúchil, nube y gladiolas.
La flor de cempasúchil simboliza el camino por donde ha de regresar el alma de los difuntos; por eso que se utiliza en esta celebración tan especial para los mexicanos.

Altar de Muertos - Tradición Mexicana





LA MULATA DE CÓRDOBA - MITOS Y LEYENDAS DE VERACRUZ



Cuenta la tradición, que hace mas de dos siglos y en la poética ciudad de Cordoba, vivió una célebre mujer, una joven que nunca envejecía a pesar de sus años. Nadie sabía hija de quién era, pero todos la llamaban la Mulata.

En el sentir de la mayoría, la Mulata era una bruja, una hechicera que había hecho pacto con el diablo, quien la visitaba todas las noches, pues muchos vecinos aseguraban que al pasar a las doce por su casa habían visto que por las rendijas de las ventanas y de las puertas salía una luz siniestra, como si por dentro un poderoso incendio devorara aquella habitación.

Otros decían que la habían visto volar por los tejados en forma de mujer; pero despidiendo por sus negros ojos miradas satánicas y sonriendo diabólicamente con sus labios rojos y sus dientes blanquísimos.
De ella se referían prodigios.

Cuando apareció en la ciudad, los jóvenes, prendados de su hermosura, disputabanse la conquista de su corazón.

Pero a nadie correspondía, a todos desdeñaba, y de ahí nació la creencia de que el único dueño de sus encantos, era el señor de las tinieblas.

Empero, aquella mujer siempre joven, frecuentaba los sacramentos, asistía a misa, hacía caridades, y todo aquel que imploraba su auxilio la tenía a su lado, en el umbral de la choza del pobre, lo mismo que junto al lecho del moribundo.

Se decía que en todas partes estaba, en distintos puntos y a la misma hora; y llegó a saberse que un día se la vio a un tiempo en Córdoba y en México; "tenía el don de ubicuidad" - dice un escritor - y lo más común era encontrarla en una caverna. "Pero éste - añade - la visitó en una accesoria; aquél la vio en una de esas casucas horrorosas que tan mala fama tienen en los barrios más inmundos de las ciudades, y otro la conoció en un modesto cuarto de vecindad, sencillamente vestida, con aire vulgar, maneras desembarazadas, y sin revelar el mágico poder de que estaba dotada."

La hechizera servía también como abogada de imposibles. Las muchachas sin novio, las jamonas pasaditas, que iban perdiendo la esperanza de hallar marido, los empleados cesantes, las damas que ambicionaban competir en túnicas y joyas con la Virreina, los militares retirados, los médicos jóvenes sin fortuna, todos acudían a ella, todos invocaban en sus cuitas, y a todos los dejaba contentos, hartos y satisfechos.

Por eso todavía hoy, cuando se solicita de alguien una cosa dificil, casi irrealizable, es costunbre exclamar: -¡No soy la Mulata de Cordoba!

La fama de aquella mujer era grande, inmensa. Por todas partes se hablaba de ella y en diferentes lugares de Nueva España su nombre era repetido de boca en boca.

"Era en suma -dice el mismo escritor- una Circe, una Medea, una Pitonisa, una Sibila, una bruja, un ser extraordinario a quien nada había oculto, a quien todo obedecía y cuyo poder alcanzaba hasta trastornar las leyes de la naturaleza... Era, en fin, una mujer a quien hubiera colocado la antigüedad entre sus diosas, o a lo menos entre sus más veneradas sacerdotisas; era un medium, y de los más privilegiados, de los más favorecidos que disfrutó la escuela espirita de aquella época!...¡Lástima grande que no viviera en la nuestra! ¡De qué portentos no fuéramos testigos! ¡Qué revelaciones no haría en su tiempo! ¡Cuántas evocaciones, cuántos espíritus no vendrían sumisos a su voz! ¡Cuántos incrédulos dejarían de serlo!"

¿Qué tiempo duró la fama de aquella mujer, verdadero prodigio de su época y admiración de los futuros siglos? Nadie lo sabe.

Lo que sí se asegura es que un día la ciudad de México supo que desde la villa de Córdoba había sido traída a las sombrías cárceles del Santo Oficio.

Noticia tan estupenda, escapada Dios sabe cómo de los impenetrables secretos de la Inquisición, fue causa de atención profunda en todas las clases de la sociedad, y entre los platicones de las tiendas del Parián se habló mucho de aquel suceso y hasta hubo un atrevido que sostuvo que la Mulata, no era hechicera, ni bruja, ni cosa parecida, y que el haber caído en garras del Santo Tribunal, lo debía a una inmensa fortuna, consistente en diez grandes barriles de barro, llenos de polvo de oro. Otro de los tertulianos aseguró que además de esto se hallaba de por medio un amante desairado, que ciego de despecho, denunción en Cordoba a la Mulata, porque ésta no había correspondido a sus amores.

Pasaron los años, las hablillas se olvidaron, hasta que otro día de nuevo supo la ciudad, con asombro, que en el próximo auto de fe que se preparaba, la hechicera, saldría con coroza y vela verde. Pero el asombro creció de punto cuando pasados algunos días se dijo que el pájaro había volado hasta Manila, burlando la vigilancia de sus carceleros...más bien dicho, saliéndose delante de uno de ellos.

¿Cómo había sucedio esto? ¿Qué poder tenía aquella mujer, para dejar así con un palmo de narices, a los muy respetables señores inquisidores?

Todos lo ignoraban. Las más extrañas y absurdas explicaciones circularon por la ciudad. hubo quién afirmaba, haciendo la señal de la cruz, que todo era obra del mismo diablo, que de incógnito se había introducido a las cárceles secretas para salvar a la Mulata. Quién recordaba aquello de que dádivas quebrantan... rejas; y hubo algún malicioso que dijese que todo lo vence el amor... y que los del Santo Oficio, como mortales eran también de carne y hueso.

He aquí la verdad de los hechos:
Una vez, el carcelero penetró en el inmundo calabozo de la hechicera, y quedóse verdaderamente maravillado al contemplar en una de las paredes, un navío dibujado con carbón por la Mulata, la cual le preguntó con tono irónico:

-¿Que le falta a ese navío? -Desgraciada mujer- contestó el interrogado, si quisieras salvar tu alma de las horribles penas del infierno, no estarías aquí, y ahorrarías al Santo Oficio el que te juzgase! ¡A este barco únicamente le falta que ande! ¡Es perfecto! - Pues si vuestra merced lo quiere, si en ello se empeña, andará, andará y muy lejos... - ¡Cómo! ¿A ver? - Así - dijo la Mulata.Y ligera saltó al navío, y éste, lento al principio, y después rápido y a toda vela, desaparecio con la hermosa mujer por uno de ls rincones del calabozo.

El carcelero, mudo, inmóvil, con los ojos salidos de sus órbitas, con el cabello de punta, y con la boca abierta, vio aquello sorprendido. ¿Y después? Hable un poeta:

Cuenta la tradición, que algunos años
Después de estos sucesos, hubo un hombre,
En la casa de locos detenido,
Y que hablaba de un barco que una noche
bajo el suelo de México cruzaba
Llevando una mujer de altivo porte,
Era el inquisidor; de la Mulata
Nada volvió a saber, mas se supone
Que en poder del demonio está gimiendo.
¡Déjenla entre las llamas los lectores!